La ciudad, por definición, se diferencia de otros núcleos de población por su extensión, que obliga a pensar formas de movilidad que acerquen personas y usos. Hasta ahora, esto se ha conseguido a base de quemar combustibles fósiles que han permitido acceder a equipamientos, centros de trabajo o de ocio cada vez más alejados.
Pero una ciudad sostenible tiene que lograr rediseñar la movilidad para conseguir dos objetivos: orientar el urbanismo hacia una ciudad de proximidad, de forma que desincentive el uso del vehículo privado, y promover medios de transporte sostenibles como la bicicleta o el transporte público.
Apostar por el teletrabajo, diseñar redes peatonales y ciclistas, establecer aparcamientos periurbanos e intercambiadores, promover el uso del vehículo compartido o promover un modelo urbano de usos mixtos son algunas de las propuestas.
Pero la Agenda Urbana de Valladolid 2030 no se puede conformar con estas propuestas y quiere ampliar su ambición con ideas y sugerencias de toda la ciudadanía. ¿Tienes una? Accede a este formulario y trasládanosla para incorporarla al proceso de debate.